
Hola,
Soy Claudia Delgado
Soy Mentora de Mentoras de Empoderamiento de Mujeres. Amo acompañar a emprendedoras comprometidas en el campo del desarrollo personal a convertirse en Mentoras expertas en el Empoderamiento de Grupos de Mujeres, liderando exitosos Programas de Transformación!
¿Me permites que me presente?
¿Te gustaría conocer mi historia más personal?
“Quiero ser una mujer de éxito, una ejecutiva que lidera una gran fundación”.
Eso fue lo que escribí estando en España, luego de haber viajado allí con mi esposo, de haber perdido a mi padre y dejado el resto de mi familia algunos meses atrás en Colombia.
“Tienes que conseguirlo, tienes que demostrar lo que vales, aunque tú lo dudes tienes que abrirte camino. Tienes que ser una mujer de éxito” – ordenaba una voz interior.
En 2004 y luego de 5 años en España, de un MBA, un postgrado en liderazgo social, una larga lista de entrenamientos y cursos; de enviar más de 400 hojas de vida y recibir muchos ‘NO’ por respuesta, finalmente, la oportunidad tocó a mi puerta.
A los dos meses y medio de nacer mi primera hija Daniela, comencé mi camino dirigiendo en la Federación Española de Enfermedades Raras.
La meta de ser una mujer de éxito originaba tsunamis en el mar de mi corazón.
Era una organización de personas extraordinarias, que sufrían en su vida el peso de una enfermedad poco frecuente. Cuando llegué, era desconocida y pequeña, con 29 asociaciones, 6 profesionales, 3 proyectos sociales… Pero con un gran sueño: hacer visible a miles de familias, que sufrían en soledad.
Nueve años más tarde, la habíamos convertido en una federación de 300 asociaciones miembro, un equipo de más de 30 profesionales, más de 70 proyectos de ayuda y más de 2 millones euros de presupuesto anual.
Ya había nacido mi segunda hija Carmela y yo había llegado a buen puerto. Me había convertido en la ejecutiva que quería, me sentía con fuerzas para remar aún más lejos. Por momentos, era como haberme convertido en una “mujer de éxito”. ¡En ésa que tanto había anhelado!
Sin embargo, esa voz crítica continuamente aguaba la fiesta, me decía: “No es suficiente Claudia. Tienes que hacer más. Tienen que ver lo que vales. Hay que dar más”.
Recuerdo entonces esa sensación continua de que “algo faltaba”. De que la meta crecía y yo debía remar más, más tiempo y más rápido. Qué cansado estaba resultando ser la “mujer de éxito”.
¿Era eso ser una mujer de éxito? Me preguntaba por momentos.
Mi vida iba al revés, mi reloj biológico patas arriba. Viajes, sobre exigencia, stress, diálogo tóxico conmigo misma…
Mi familia se ponía triste ante tantas ausencias y para evitar las duras despedidas, planeaba mis salidas en días entre semana.
En una ocasión tuve que viajar en domingo. Ese día mientras preparaba mi maleta, Daniela mi hija mayor, entró en mi habitación. Noté su carita triste y pensativa. Se sentó a mi lado y me dijo:
“Mamá, tú crees que en la federación podrían conseguir otra capitana para ese barco?”
“Eh, sí…yo creo que sí. No hay nadie imprescindible. ¿Por qué lo preguntas?”
-Entonces ella se quedó en silencio. Me miró y vi como las lágrimas llenaban sus ojitos. Temblando se abalanzó sobre mi maleta, la cerró de un golpe, y con sus pequeñas manos en puño, descargó todos sus sentimientos. Con lágrimas en los ojos me gritó:
“Porque nosotros, no podemos conseguir otra capitana para este barco, y tú no te estás dando cuenta”.
Allí estaba yo, aferrada a lo que había sido la meta de ser la mujer de éxito. Sin querer soltar y causando un profundo dolor a quienes amaba, e infringiéndome un daño mayor a mí misma.
En un arrebato le prometí:
“Dani este será el último viaje que yo haga. Necesito ir para cerrar mi ciclo, pero sólo me iré si tú me das permiso. Éste ha sido el barco que siempre he amado, sobre todo, lo que quiero es estar aquí”.
“Es el momento de reinventarte” dijo ésa voz interior. Esta vez llena de amor y compasión.
Durante las doce horas que duró el vuelo a España lloré (para entonces había regresado a Colombia), recordé e hice mis propios duelos y celebraciones.
Algo cambió para siempre aquel día.
Dejé algo que tanto había amado, sin sentir culpa. Y eso era algo maravilloso. Tenía la certeza de que un trabajo, lo podría volver a encontrar, una familia no.
Por primera vez en mucho tiempo me pregunte: ¿qué era lo que tanto perseguía, con ser una mujer de éxito?
Una noche, meses después de haber iniciado un nuevo viaje, ésta vez en búsqueda de mi misma, escuché una entrevista de Danielle Laporte, en la que ella decía:
“La gran pregunta cuando planeas tu vida y tus metas, no es ¿qué quiero lograr?, la GRAN pregunta es: ¿cómo deseo sentirme?”
Recibí este mensaje como una brújula, simple y poderosa.
Aquella noche me respondí: “deseo sentirme abundante, radiante, floreciente y en conexión con otros”, sólo decirlo fue liberador.
Me di cuenta entonces que sin pensarlo había creado una “mujer de éxito”, una que vivía en la culpa, el agobio y la crítica hacia ella misma.
Comprendí que había basado mi éxito en el “afuera”, en demostrar a otros y buscar mi valía en el reconocimiento y la aprobación de otros. Ahora deseaba crear de adentro hacia afuera, crear una vida que realmente amara, ése sería el faro que me guiaría en adelante.
Y entonces empecé a preguntarme una y otra vez: ¿cómo puedo alcanzar mi más grande posibilidad, dándome el permiso de ser brillante e imperfecta?
Había llegado mi tiempo. Podía cambiar mi rumbo.
Un año después me certifiqué como coach de vida.
Al año siguiente comencé a dar conferencias y otros talleres sobre “Cómo planear metas desde el alma”.
Una vez más, una sincronía ocurrió, fui invitada a un Círculo de Mujeres. Pensé en ir sólo a ver qué era eso. Quince minutos después de empezar, me encontré compartiendo con esta comunidad de mujeres, una de las experiencias más vulnerables de mi vida.
En ese círculo sané y crecí, vi el poder de la sabiduría de la comunidad. Ese mismo que conocí en la fundación en España, y que me enseño que todo es posible cuando personas extraordinarias deciden que “les ha llegado su momento”. Adicionalmente en ése círculo desperté una nueva conciencia, la del extraordinario poder femenino.
Meses más tarde, creé con otra gran amiga mi primer círculo de mujeres.
Guiada por el propósito y la contribución de empoderar a las mujeres, realicé entrenamientos con las mentoras y mentores más destacados del mundo. A cada paso, toda mi historia cobraba más sentido, más color, más significado.
Finalmente, diseñé un método para acompañar a otras mujeres, en el apasionante viaje de manifestar sus metas sintiéndose radiantes consigo mismas. Y luego, creé una fórmula para certificar a emprendedoras que querían convertirse en mentoras grupales de empoderamiento para otras.
¡Paso a paso voy viviendo más y más, la vida que amo!
Ahora cuento con mis pequeñas Dani & Carmen y con Leo en cada una de mis actividades. Mi propósito nos une y nos permite crecer juntos.
Aprendí a alinear mi vida con mis más profundos deseos, a dejarme guiar para expresar, experimentar y contribuir al mundo, con lo que yo soy.
Mi diálogo interno está lleno de posibilidades. Aprendí a escuchar con amor la vocecita de mi crítica interior, como parte de mi tripulación, para recibir su sabiduría, sin dejarla que tome el timón del barco!
Ahora sé que crear la vida que amo es mi gran obra maestra.
Que mis metas son un compromiso de amor conmigo misma, que voy por progreso y no por perfección y que cuando lo hago sirvo con toda mi luz a mi tribu.
Mi método también está a través de cursos virtuales, con lo que le doy alas a mi empresa para volar por el mundo.
Y tú, ¿quieres expandir tus alas?
¿Quieres crear la vida que amas?
¿Quieres expresar tu valía y tu más alta posibilidad?
¿Quieres manifestar lo que quieres, sintiéndote radiante contigo misma?
¡Soy Claudia Delgado y estoy aquí para acompañarte en el proceso de lograrlo!

Soy Claudia Delgado
¿Eres o quieres ser una Mentora de Empoderamiento de Grupos de Mujeres?
Puedo ayudarte a activar tu mentalidad de éxito, tu zona de GranDiosidad, expresar tu genialidad como Mentora grupal de empoderamiento para mujeres, transformando a otras desde tu propósito único.
Puedo ayudarte a cultivar las competencias y habilidades profesionales para ser una facilitadora extraordinaria, aprendiendo a crear comunidades de transformación y aprendizaje, emprendiendo el Viaje hacia la Transformación definitiva de tus alumnas, a través de tu propia marca de programas para mujeres.
Puedo ayudarte a liderar tus programas presenciales y online, mostrandote la ruta de la transformación que abrirá el destino y las más grandes posibilidades de tus mujeres y te llevará a celebrar casos de éxito de cada edición de tus programas.
SI has llegado hasta aquí…es porque el Universo te está diciendo que «estás lista para ir a tu siguiente y más alta posibilidad»!